sábado, 20 de mayo de 2006
CUANDO COMENZÓ
DESDE MI DESTIERRO
Estoy aquí sentada entre mis cacerolas. Escucho una música soñadora de esas que ponen suave el corazón y tristes los sentidos. Se ha movido mi mano nerviosa en busca de tinta, quiere moverse y expresar mis ausencias. Siempre mis ausencias...
Pasa el tiempo. Mañana será mi cumpleaños. Baila el tiempo entre despertares y letargos, rápido, rápido, rápido. Y al final siempre triste, en algún punto, después de dar vueltas buscando unos ojos, unos labios con quién compartir. Todo eso tan inalcanzable a veces... Se va haciendo la historia, a trompicones, poco a poco y trabajosamente.
Él está lejos. Siempre está lejos, aunque a veces se haya asomado de pronto a mis ojos, preguntando ¿estás ahí dentro?...
Aquí estoy a duras penas, triste. Siempre al final triste.
Te respondí que aquí estoy y luego me abandonaste en mi destierro...
Yo soy la que vive los sueños.
Alguien los escribe, sueños tristes que parece que nadie va a vivir en la realidad, pero aquí estoy yo, viviendolos, haciendolos palpables, algo que está aquí cercano, que tiene vida, que sufre mi piel cansada, mi corazón cansado.
Tú me mirabas como yo a tí.
Tú estabas conmigo, pegadito a mí, sintendo mis latidos como yo los tuyos, mostrándome tu mundo de ternura que siempre has escondido. Tu sonrisa.
Viví en tu boca un abismo de emociones, viviste en mi boca mis sueños dorados. Bebiste mi alma en tus labios abiertos. Mi piel, tu piel. Mis manos. Tus manos.
Me abandoné en tus brazos sin reservas, sin esperar nada, nada me faltaba, yo no quería nada.
Sólo entregarte toneladas de cariño que te pertenecen y que quiero regalarte como para resarcirte de golpe de todo el cariño que siempre te ha faltado.
Rodear tu soledad con mis brazos.
Si tú quieres huir, como a veces has dicho, yo no quiero pedirte que no huyas, quiero huir contigo.
Si quieres esconderte, escóndete, pero déjame un sitio en tu escondite junto a ti. Si quieres dormir, no voy a pedirte que no duermas, tal vez sí que me dejes despertar contigo mil veces...
¿Qué voy a hacer contigo?
Mil cosas haría contigo.
Reir. Descubrir de pronto la vida.
Escuchar el viento.
Leer mil poemas.
Dormir en la hierba bajo el sol contigo, contar las nubes.
Pasear por el parque agarrada a tu mano.
Manitas en el cine.
Dulces al horno entre cazuelas...
Llorar. Bailar. Bailar.
Acariciarte despacito mientras duermes. Mirar tus ojos y mimarte.
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3 comentarios:
Cuánta ternura en tus palabras!
Te deseo felicidades.
Desde el país de lejanía
sólo se puede pensar en tí.
Insanity: Gracias, y un abrazo grande.
Asir: Desde el país de lejanía, que está muy lejos de aquí. Acércate un poquitín, vale?
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